April 15, 2025
Mi nombre es Javier Enrique Santos Castillo.
Hoy soy fundador de Wellroom, un espacio virtual donde escucho a jóvenes adultos que atraviesan momentos de confusión, ansiedad, tristeza o simplemente necesitan ser escuchados sin juicios. Pero mi historia no comenzó ahí. Y tampoco fue siempre fácil.
Hace casi una década, viví una de las experiencias más duras de mi vida. Un malentendido con un oficial de inmigración en el aeropuerto de Miami me llevó a enfrentar un proceso legal complejo. No había cometido un crimen con intención, ni era alguien con antecedentes. Pero el desconocimiento de un procedimiento —la declaración de más de 10 mil dólares en efectivo que llevaba conmigo— terminó convirtiéndose en una experiencia devastadora: dos años de arresto domiciliario en los Estados Unidos.
Para alguien como yo, que nunca había tenido problemas con la justicia, fue un golpe muy duro. Me sentí avergonzado, quebrado, confundido… y, por momentos, sin valor.
Lo más difícil no fue solo el proceso legal, sino la carga emocional, el juicio social, y la batalla interna que vino después. Volver a mi país con esa herida invisible fue otro reto. Pero ahí comenzó, sin saberlo, mi proceso de renacimiento.
Pasé años preguntándome “¿para qué me pasó esto?” Y esa pregunta me abrió una puerta.
Comencé a estudiar, a indagar, a sanar. Tomé formaciones en Psicología, Bioneuroemoción, Biodescodificación, Constelaciones Familiares, Sanación Cuántica, Respuesta Espiritual, entre muchas otras. Me miré por dentro con honestidad. Me dolió. Pero también me salvó.
Y en ese camino entendí que mi dolor no era una vergüenza… era una herramienta. Una llave que me permitiría abrir puertas en otros. Nació Wellroom. Y con él, mi propósito: escuchar a otros desde el lugar más humano posible, el de alguien que también ha caído, llorado y vuelto a levantarse.
Hoy camino con la frente en alto. Mi historia está marcada por un error, sí. Pero sobre todo está marcada por lo que hice después de ese error. Y si estás leyendo esto, y también has sentido vergüenza, miedo, o dudas sobre tu valor… quiero decirte algo con todo mi corazón:
Tu pasado no te define. Tu transformación sí. Y nunca es tarde para volver a empezar desde un lugar más consciente, más libre y más auténtico.
Sigo construyendo. Sigo sanando. Y sobre todo, sigo escuchando.Si algo de esta historia resonó contigo, Wellroom está abierto para ti.